1. Prepárate. Puedes preparar buenas preguntas para hacer, o temas para romper el hielo con el resto de personas de la reunión.
2. Maneja las expectativas. Lo mejor es ser realista. Probablemente no conozcas muchísima gente, le caigas bien a todo el mundo o seas el centro de atención. Pero recuerda que una conversación productiva es mucho mejor que tener 50 banales.
3. Ponte un límite de tiempo. Si te pones un tope de tiempo irás más tranquilo. Al menos media hora para tomar algo, conocer a una o dos personas, y charlar. Probablemente después de ese rato te apetezca quedarte otra media hora más.
4. Escucha empáticamente. Si tu fuerte no es el diálogo, escucha con interés y haz saber a los que están contigo que así lo estás haciendo.
5. Pide que te introduzcan. Si vas con las expectativas de conocer a una persona en particular de las asistentes al evento, puedes pedir “ayuda” para que te la presenten, así será más fácil.
6. Comparte tus historias personales. Preguntar está muy bien, pero no te limites únicamente a preguntar a los demás sin contar nada de ti, ya que puede incomodar a la gente que tienes alrededor. Ábrete un poco y cuenta cosas sobre tu vida, tu experiencia o tu trabajo.
7. Intenta practicar antes. Puedes acudir a otros eventos menos importantes para ir liberándote poco a poco del miedo y la timidez.
8. Poco a poco. En tus ratos libres en el trabajo levántate y charla con otros compañeros, ve a tomar un café o come acompañado. La timidez se supera.